El marketing tiene una gran
variedad de ramificaciones, que se enfocan en diferentes tipos de negocios con
distintos objetivos, por ejemplo, el marketing de servicios del que ya hablamos
en otro post.
Cuando se habla de sectores industriales comerciales propiamente se puede entender en cierto sentido, ésta ramificación del marketing; en cambio cuando lo usan indiscriminadamente sin ninguna base teórica, encontramos los vacíos conceptuales que conllevan a la vulgarización de la mercadotecnia.
Cuando se habla de sectores industriales comerciales propiamente se puede entender en cierto sentido, ésta ramificación del marketing; en cambio cuando lo usan indiscriminadamente sin ninguna base teórica, encontramos los vacíos conceptuales que conllevan a la vulgarización de la mercadotecnia.
En esta ocasión hablaremos acerca
del Marketing Deportivo.
Ciertamente que el concepto restringido del marketing vuelve a crear confusión al limitarlo muchas empresas o autores solamente “a la promoción de eventos deportivos y equipos, así como a la promoción de otros productos y servicios a través de eventos y equipos deportivos”.
Ciertamente que el concepto restringido del marketing vuelve a crear confusión al limitarlo muchas empresas o autores solamente “a la promoción de eventos deportivos y equipos, así como a la promoción de otros productos y servicios a través de eventos y equipos deportivos”.
Para los verdaderos mercadólogos, éste concepto vuelve a convertirse en una
batalla dura y apasionante, digna como la que tuvo que realizar nuestra
selección de fútbol para clasificar a Rusia 2018.
Los consumidores en general, como
repito siempre en clases, cada vez somos más infieles. Los consumidores fieles
si bien existen, cada vez más se convierten en una especie en vía de extinción.
En cualquier actividad o rubro es la característica principal en la actualidad.
En el deporte esto no ocurre.
Analicemos este caso. Si eres de un
equipo pequeño desde que naciste, ves todos los partidos, compras las
camisetas, animas a los jugadores y no hay nada que te pueda hacer cambiar de
opinión. No importa que mañana el equipo quede el 5º, el 10º o incluso descienda
a la segunda división o a la copa Perú, o a su liga de origen. Tú seguirás
siendo de ese equipo y "consumiéndolo". No hay un sustituto. No hay
un competidor.
En el marketing deportivo no se
consume racionalmente por el valor percibido, se consume emocionalmente, con
fervor, fanáticamente. El valor proviene al 100% de las emociones y los
consumidores de los equipos y marcas ya no son consumidores ni clientes, son
fans. Son amantes del producto.
Entonces el marketing deportivo va
más allá de promociones de venta utilizando famosos. Por ejemplo toda la avalancha
de spot televisivos con los jugadores y madres de la selección peruana de
fútbol (¿ningún padre hasta el momento?) son herramientas de las cuales se está
avalando la publicidad para con razón, aprovechar la fiebre mundialista.
El marketing deportivo, como en sí
el marketing tiene un radio de acción más amplio. Por ejemplo los consumidores
deportivos son diferentes a los de cualquier rubro. Estos aspectos los
analizaremos en nuestro próximo post.
Deseándole la mejor de la suerte a nuestra selección de fútbol. ¡ ARRIBA PERÚ!
Deseándole la mejor de la suerte a nuestra selección de fútbol. ¡ ARRIBA PERÚ!
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