EL MARKETING Y LAS NECESIDADES

Es muy común leer o escuchar afirmaciones del tipo “esta es una necesidad creada por el marketing o campañas de marketing”. Los medios de comunicación ayudan en este sentido…..pero a confundir más. Suele atribuirse al marketing la capacidad de crear o eliminar necesidades en las personas como por arte de magia. ¿Seremos magos los mercadólogos?

Definitivamente NO. No creamos necesidades. Podríamos decir que deriva de la confusión de los términos  necesidades y  deseos en las personas. Por eso primeramente definiremos estos términos.

Según Philip Kotler, una necesidad humana es el estado de privación que siente un individuo; es decir una carencia que origina el deseo de hacerla desaparecer. En cambio, las necesidades se convierten en deseos cuando se dirigen a objetos específicos que podrían satisfacerlos. Por ejemplo, la necesidad de alimento puede llevar a una persona a desear una hamburguesa o una pizza.
 Los deseos son múltiples cambiantes y están influenciadas por la cultura. Cuanto más evolucionan las sociedades, mayor es el nivel de deseos de sus miembros. Los deseos se traducen en demanda potencial de productos específicos, cuando se acompaña de un poder adquisitivo y una voluntad de compra.
En definitiva, las necesidades son algo esencial, ya están definidas y no pueden crearse ni destruirse.
Ahora existen las mal llamadas necesidades falsas o creadas y en donde en todo caso no sería el marketing que incidiría en la creación de estas falsas necesidades, sino la publicidad. Por ejemplo para muchas personas las redes sociales pueden ser un ejemplo de necesidad creada, sin embargo no dejan de cubrir una necesidad de comunicación.
Según los psicólogos, las necesidades no son creadas ni por la sociedad ni por los especialistas de marketing, sino que forman parte de la naturaleza humana. En la canalización de los deseos sí juega un papel fundamental el marketing. De hecho, la gran tarea del marketing es detectar las necesidades (ya existentes) de los consumidores y canalizarlas de manera que las transformen en deseo hacia unos productos concretos.
El papel del marketing es muy importante, pues aunque no puede crear necesidades, sí puede detectar las motivaciones y orientar su proceso de búsqueda de la satisfacción de la necesidad hacia unos productos determinados. Trata de responder a la pregunta: ¿Por qué?, ¿qué es lo que lleva realmente al consumidor a inclinarse por la compra de tal producto?

En ese sentido, surge una tarea importante para los mercadólogos, y es la de determinar qué necesidades relacionadas con el producto predominan entre los diferentes grupos de clientes, y después, transformar esas necesidades en deseos; y sobretodo continuar en la larga lucha de informar y convencer a la población que marketing no es ventas, marketing no es publicidad.

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