Las cifras astronómicas de dinero que el fútbol mueve cada
día, nos sirven para entender rápidamente que, hoy por hoy, es mucho más que un deporte. (Véanse los 40
millones de dólares anuales que ganará Carlos Tévez por su transferencia al
fútbol Chino).
El deporte rey, representa una industria global y millonaria, y
como tal, debe hacer frente a los mismos retos comerciales a los que se
enfrenta cualquier otra corporación.
Uno de estos retos es conseguir proyectar
una identidad visual potente, eficaz, diferencial y cohesionada que optimice
todas sus comunicaciones para destacar entre la feroz competencia y para
construir valor en cada mensaje.
Muchos clubes están entendiendo esto y están apostando por
estudiar, organizar y simplificar sus marcas. Los últimos dos equipos europeos
de renombre que presentaron un rebranding de su escudo fueron el Atlético de
Madrid en diciembre- además de la presentación de su nuevo Estadio Wanda
Metropolitano- y el Manchester City, en julio del año pasado.
La Juventus acaba de presentar, el pasado lunes 16, su nuevo
logotipo, esta vez tenemos que decir que se trata de un gran cambio siguiendo
el estilo minimalista actual (tendencia a reducir a lo esencial, a despojar de
elementos sobrantes), y con un claro objetivo de reforzar su identidad como
marca global, creando un icono universal
que reúne el ADN del equipo alejándose del característico escudo
tradicional de los equipos de fútbol.
El símbolo hace referencia a la famosa frase del abogado
Gianni Agnelli –su antiguo dueño, ya fallecido–: "Me emociono cada vez que
veo en los periódicos una palabra que empieza con J". Esta letra se
convierte así en la protagonista del diseño, dibujándose con las clásicas
barras blancas y negras del equipo y adaptando la forma sutil de un escudo,
para no abandonar del todo las referencias heráldicas.
Fundado en 1897, la Juventus está considerado como el equipo
más exitoso de Italia y uno de los clubes más laureados y renombrados del
mundo. La Juventus ha apostado por acabar con el clásico escudo recargado y
apropiarse de un símbolo mucho más esencial, que responde mucho mejor a las
normas básicas del diseño de logos, priorizando aspectos como la iconicidad, la
escalabilidad, la legibilidad y la pregnancia, para asegurar una implementación
óptima en todo tipo de soportes, así como un reconocimiento instantáneo e
inequívoco por parte de la audiencia.
Hay que decir que este logotipo tan sólido, sencillo y claro
se adapta muy bien a cualquier tamaño y soporte, un aspecto que es fundamental
hoy en día en la revolución tecnológica que estamos viviendo.
En la página web de la Juventus indican que tienen un
objetivo claro de aumentar su influencia global y negocio, y es que el fútbol
es un gran negocio que va desde los partidos a las ventas de camisetas y
artículos de merchandising de lo más variado. Con planes de incursionar en
cadenas de negocios (se rumorea en el sector hotelero y gastronómico). Por lo tanto la marca Juventus, podrá ser más de estilo branding, de marca de ropa, accesorios, etc, a parte de ser un club deportivo. Un
cambio de logotipo pues originará un aumento en las ventas de estos artículos.
Por no hablar del alcance que tiene en los medios la presentación de un nuevo
logotipo, en general es un cambio que beneficia en muchos aspectos.
La mayoría de los fanáticos de la Juventus (del cual soy fanático), no
lo han tomado con entusiasmo, al menos en estos primeros días, en las redes
sociales han comentado su rechazo, pero les puedo decir que la mayoría responde
motivado por un espíritu nostálgico e irracional que reniega de todo avance
razonado si éste atenta contra los símbolos que han interiorizado como
referencias sagradas e intocables de la brillante historia del club.
Personalmente concluyo, que este logo es brillante. Es una
“J” muy rotunda y determinada, pero a la vez es un escudo, y además tiene las
clásicas barras blancas y negras… Y todo esto condensado en un sello
tremendamente sencillo, contundente. Un elemento visible y reconocible hasta en
los soportes más perversos.
Viendo una imagen gráfica tan simple, se consigue que la mente del consumidor no tenga que descifrar tanto, para ello, han llevado a cabo este reposicionamiento, abanderado por una nueva identidad visual.
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